La nariz torcida o desviada ocurre generalmente secundaria a traumatismos en la infancia o en la edad adulta. Otras veces, la nariz se va desviando sin causa aparente.
La nariz torcida se puede asociar a dificultad respiratorio. En estos casos se buscan fines estéticos (corrección de la nariz torcida) y fines funcionales (adecuada respiración nasal). Se recomienda que el mismo cirujano resuelva ambos problemas en una sola cirugía.
Siempre hay que tener en cuenta que el desvío cartilaginoso es muy complejo de resolver quirúrgicamente y, en ocasiones, la cirugía puede no resolver el 100% del desvío. En otros casos existe un “efecto memoria” que hace que la nariz tienda con el tiempo a buscar la posición original. Esto obliga a técnicas quirúrgicas precisas y específicas para evitar el efecto.